lunes, 7 de octubre de 2019

Cómo aumentar la cobertura de tu WiFi sin cambiar de router



En los pisos más pequeños no suele haber problemas, pero, si nos alojamos en una vivienda con varias plantas o un piso con multitud de obstáculos físicos, es posible que disminuya el alcance de nuestra WiFi

Los routers WiFi actuales, y, especialmente, los que entregan las operadoras, son válidos para una amplia mayoría de hogares en cuanto a potencia de señal y cobertura se refiere. Sin embargo, a poco que tengamos un piso medianamente grande, con multitud de obstáculos físicos entre el router y nosotros, o, simplemente, vivamos en una de varias plantas, puede que estos mismos en caminadores nos den multitud de problemas para poder utilizarlos en todas las zonas de la casa. Más adelante os explicaremos cómo montar, para los casos más extremos, repetidores de señal que se encargan de amplificar nuestra señal a distancias donde un único router nunca podría llegar. Sin embargo, hay casos donde los problemas de cobertura no requieren que nos compliquemos tanto, y con solo aplicar algunas sencillas soluciones podemos mejorar la calidad de la señal para que llegue más lejos y cubra zonas a las que antes no llegábamos.

A continuación, os mostramos algunos trucos y consejos para mejorar la calidad de nuestra señal WiFi sin necesidad de tener más que un router, ni invertir grandes cantidades de dinero.

Diagnostica correctamente el problema

Paso 1. Analiza bien la situación

Aunque parezca un poco ridículo, cuando tenemos problemas de cobertura con nuestra red WiFi es importante estudiar exactamente cómo nos está afectando y, sobre todo, cuáles son los lugares más críticos. Es interesante dibujar un plano de nuestra casa e ir visitando cada una de las estancias con nuestro portátil para ir anotando la calidad de la señal que estamos obteniendo en cada lugar.

Para esta tarea tenemos multitud de posibilidades. Desde fijarnos en el indicador de señal y velocidad de enlace que nos muestran los detalles de la conexión de red de Windows, hasta apoyarnos en utilidades como WirelessNetView. Este programa, de menos de 100 Kbytes, nos muestra una lista de las redes inalámbricas detectadas a nuestro alrededor con información interesante sobre ellas. No tenemos más que fijarnos en el SSID de nuestra red WiFi e ir anotando cómo oscila el porcentaje de potencia de señal que llega hasta cada lugar de la casa.

La velocidad no nos importa cuantificarla ahora, pues sabemos que a medida que se degrada la calidad de la señal lo hace la velocidad, y no siempre de manera lineal. A partir de un 40-30% de calidad de señal trabajando con estándares g/n, la velocidad sufrirá constantes oscilaciones y la estabilidad de la conexión se verá comprometida por los constantes reenvío de paquetes para corregir los errores producidos.


Paso 2. Posibles fuentes de interferencias

Una vez que tengamos el mapa de cobertura de nuestro hogar y hayamos detectado claramente qué ubicaciones son las más problemáticas, tenemos que fijarnos en los resultados para detectar posibles puntos fatídicos. Si las zonas más afectadas son las que están más alejadas del router WiFi queda claro que es un tema de distancia que tendremos que resolver ampliando o mejorando la señal. Sin embargo, hemos de estar atentos para detectar cifras que se salgan de lo normal.

Por ejemplo, si vemos que en una zona de la casa la señal llega más lejos en una dirección que en la contraria, o que específicamente es muy mala en una habitación que está relativamente cerca del router. Esta clase de comportamientos extraños puede ser debida a interferencias externas que están perturbando la señal de 2,4 GHz de nuestro WiFi. Los microondas afectan a la banda de frecuencia de 2,4 GHz (suerte que están en la cocina y se usan solo una pequeña parte del tiempo), lo mismo que los dispositivos Bluetooth que tengamos activados cerca del WiFi e, incluso, los teléfonos inalámbricos digitales (DECT). Precisamente, estos últimos son una fuente habitual de problemas (curiosamente más con determinadas marcas, como Panasonic), y conviene tenerlos lo más alejados que nos sea posible del router. Así, un inalámbrico DECT conectado junto al encaminado puede ser la causa de inestabilidades y cortes, especialmente cuando el teléfono inalámbrico esté en uso.

Por último, y siempre dependiendo de dónde residamos, podemos estar influenciados por factores externos. Si nuestra casa se sitúa junto a algún edificio oficial, puede que tengamos problemas con las señales WiFi por los inhibidores de frecuencias que se instalan en esa clase de lugares. Lo mismo si estamos muy cercanos a repetidores de telefonía, generadores de energía o rodeados de muchos otros puntos WiFi ubicados en el vecindario. Son casos extremos, pero se dan, y en esas situaciones es prácticamente imposible optimizar la señal por culpa de los factores externos. Solo queda cambiar de banda o de tecnología. Más adelante veremos que cambiando el canal de emisión podemos intentar resolver algunos de estos escenarios con eficacia.

Cómo ajustar el Router

Paso 3. Potencia de emisión

Tras analizar el problema, vamos a comenzar a mejorar en la medida de lo posible el alcance de nuestro router, comenzando por sus ajustes, y siguiendo por técnicas que implican cambiar su ubicación o instalar nuevas antenas. Centrándonos en los ajustes, y aunque no es la panacea, algunos routers WiFi permiten ajustar la potencia de emisión del módulo inalámbrico desde su interfaz de configuración. La utilidad de este ajuste es reducir la intensidad de la señal cuando nos encontramos muy cerca del dispositivo. Sin embargo, según los modelos, puede que este valor no venga ajustado por defecto al 100% de potencia, por lo que modificarlo puede hacernos ganar algo de cobertura de manera tremendamente fácil. Para comprobarlo solo tenemos que acceder a la configuración web del router (metiendo la puerta de enlace en el navegador y usando el usuario/contraseña que indiquen las instrucciones), y buscar en la sección de configuración inalámbrica una opción similar a Transmit Power.


Paso 4. El Modo de retransmisión

El siguiente ajuste que nos puede ayudar a arañar algunos metros a nuestra cobertura es el tipo de transmisión inalámbrica. Por una parte, podemos plantearnos directamente activar el modo 802.11b, aunque sin llegar a ese extremo, es interesante hacer que el router trabaje solo en el modo que realmente vamos a necesitar, aun a costa de perder compatibilidad con estándares más antiguos. Por ejemplo, si todos nuestros dispositivos soportan 802.11n, lo activemos exclusivamente en la configuración del router.

Otro ajuste interesante requiere comprobar si nuestro dispositivo ofrece banda dual. Aún es poco habitual, y solo lo encontramos en algunos modelos, pero si nuestra unidad (y los portátiles que usemos) permite la transmisión en 5 GHz en lugar de los habituales 2,4 GHz, lograremos cargarnos de un plumazo cualquier problema de calidad de señal producido por interferencias de otras redes o sistemas que funcionen en 2,4 GHz.

También tenemos otros ajustes realmente avanzados como el Fragmentation Threshold o RTS Threshold, que nos permite actuar sobre el comportamiento de la red a nivel de paquete de datos. Sin embargo, cambiar estos parámetros tan solo arañará mejoras en condiciones muy concretas, y las posibilidades de que las cosas empeoren son bastante altas, así que nuestra recomendación es no modificar sus parámetros.



802.11b, un estándar aún con mucho potencial


Cuando echamos la vista atrás y recordamos cómo hace solo unos años estábamos utilizando redes WiFi 802.11b con una velocidad de 11 Mbps, nos asoma una ligera sonrisa mientras nos damos cuenta de lo mucho que hemos evolucionado si la comparamos con 802.11n y sus 300 Mbps. Sin embargo, el estándar 802.11b sigue utilizándose hoy en día más de lo que imaginamos a pesar de su reducida tasa de transferencia.

Hay varias razones que explican esta situación, pero una de ellas es que permite dar más cobertura inalámbrica que el estándar g/n con un único router y a igual potencia de emisión y antenas, aunque sea a costa de sacrificar la tasa de transferencia. De hecho, mientras que para transferencias internas de equipo a equipo los 11 Mbps máximos que ofrece se quedan realmente cortos, si solo utilizamos el WiFi para navegar por Internet y nuestro router se queda algo corto de cobertura u ofrece una conexión poco estable, una de las primeras soluciones que podemos probar es cambiar el estándar a 802.11b. Si nuestra línea ADSL es de 10 Mbps o menos, no deberíamos notar un descenso de las prestaciones y, a cambio, sí una mejora de la estabilidad y el alcance de la señal en lugares donde el estándar 802.11g/n puede que no llegase bien.

Selecciona el medio óptimo

Paso 5. Localiza los canales ocupados

Antes comentábamos que una de las fuentes de interferencias y bajo rendimiento de un punto de acceso WiFi puede ser la presencia de otras redes inalámbricas cercanas. Si detectamos que estamos operando en un canal de radio muy saturado puede que nuestra señal tenga problemas para llegar a toda la casa, con lo que un simple cambio de canal puede ayudar mucho.

En estos casos lo primero que hay que hacer es escanear el espacio radioeléctrico y descubrir todas las redes presentes y los canales que están utilizando. Para ello, os recomendamos la utilidad inSSIDer. Una vez instalada, nos mostrará un listado con todas las redes inalámbricas detectadas junto a una larga lista de datos avanzados, como los canales de emisión de cada uno de los routers WiFi cercanos.



Paso 6. Elige el mejor medio

Si nos conectamos a la interfaz de configuración de nuestro router, en las opciones de la red WiFi, junto a valores básicos como el nombre del SSID, deberíamos encontrar un apartado llamado Wireless Channel en el que podemos seleccionar el canal de emisión de nuestra red. En muchos modelos esta opción viene marcada en automático para que sea el router el que detecte sin más el canal menos congestionado y actúe en consecuencia. Sin embargo, no os fiéis de esta función, pues sus resultados en muchos modelos son bastante decepcionantes. Por ello, es mejor seleccionar manualmente nuestro canal de acuerdo con los datos que hemos obtenido en el paso anterior.

Los canales que encontramos en los routers WiFi en Europa van del 1 al 13, que son los que operan entre los 2.401 y 2.483 MHz. El problema es que cada canal tiene un ancho de 22 MHz, por lo que, en realidad, unos se pisan a otros en determinadas frecuencias. Para no complicar las cosas con explicaciones complejas, os diremos que los únicos canales que no interfieren entre sí nunca son el 1, el 7 y el 13. Por ello, deben ser nuestra primera opción siempre que tengamos varios en uso y busquemos alguno que esté libre. En el caso de que estemos rodeados de puntos de acceso WiFi y todos o la mayoría de los canales estén ocupados, tendremos que usar una estrategia diferente, detectando los puntos de acceso más lejanos desde nuestra posición (con menor potencia de emisión) para usar sus canales en nuestra zona.



La mejor ubicación para tu router

Paso 7. Cuando debes cambiar su posición

En el Paso 1 dibujábamos el plano de nuestra casa y registrábamos la situación cuarta por cuarto. Pues bien, si retomamos ese plano y nos fijamos en la distribución de nuestra vivienda y la posición que actualmente ocupa el router, quizá salte rápidamente a la vista que no está en la ubicación correcta.

Hay que tener en cuenta que las antenas incluidas por defecto (las MIMO de 802.11n son un caso aparte) son totalmente omnidireccionales, lo que quiere decir que envían la señal exactamente igual en todas las direcciones. Si tenemos el router en el salón, y esta habitación está justo en un extremo de la casa, estaremos enviando la mitad de nuestra señal al vecino y teniendo problemas para que llegue al extremo contrario de nuestra propia vivienda. En estos casos, hay que buscar una nueva ubicación que reparta de manera más uniforme la señal WiFi. Incluso, si vivimos en una casa con varias plantas, puede que una buena solución pase por colocar el router en una planta intermedia para que la señal llegue tanto abajo como arriba, aunque teniendo en cuenta que justo debajo del encaminador es donde probablemente tengamos la peor calidad de señal.

Paso 8. Coloca tu router con toda precisión

Al margen de lo anterior, y contando con elegir una ubicación centrada en nuestra vivienda, también es importante seleccionar el lugar y los materiales que rodearán al router si la cobertura es un aspecto sensible. Una buena posición puede ser lo alto de un mueble, pues estéticamente se verán poco los cables, y por calidad estamos elevando el emisor para que la señal se reparta de la mejor manera posible. Lo que siempre evitaremos es colocar el equipo en el suelo, dentro de muebles o armarios que lo único que harán será atenuar la señal, e, incluso, en falsos techos. Este último caso, utilizado por no pocos arquitectos de interiores, ofrece una estética perfecta, pero es la mejor forma de degradar la señal de nuestro equipo WiFi.

Por último, habrá que tener en cuenta los obstáculos que rodean al router, pues una pared de ladrillo típica puede atenuar la señal entre 3 y 6 dB según su grosor y material interno. Por ello, cuanto más liberado de obstáculos se encuentre, mucho mejor. Eso sí, las antenas externas deben estar siempre en ángulo de 90 grados respecto al suelo, y nunca debemos dejarlas tumbadas o plegadas.


Considera la opción de cambiar las antenas

Paso 9. ¿Qué lograrás cambiando las antenas?

Si todo lo anterior no ha logrado resolver nuestro problema de cobertura, antes de llegar a la solución definitiva (montar un repetidor), podemos plantearnos la instalación de antenas de mayor ganancia. Es una opción cada vez menos frecuente, pues actualmente los puntos de acceso cuentan con antenas fijas (no desmontables) o, peor aún, internas. En estos casos no tenemos opción de instalar antenas de mayor ganancia, salvo que seamos muy manitas y nos atrevamos a abrir el router y soldar algunos cables. Aun así, si nuestro encaminador permite desmontar las antenas de serie y conectar otras, lo que conseguiremos es amplificar la potencia de emisión y variar la forma en la que se reparte la señal radioeléctrica.

La amplificación se representa en dBi, y con 8-10 dBi de valor ya estaremos logrando resultados más que palpables. No es una ampliación cara (desde 10 a 15 euros tenemos antenas de razonable calidad), y los resultados pueden ser más que sorprendentes. Para los routers con antenas desmontables, su instalación es tan simple como desenroscar la antigua y enroscar la nueva.



Paso 10. Elige la antena idónea para tu casa

En Internet podemos encontrar multitud de tiendas on-line que nos venden antenas para puntos de acceso WiFi (www.maswifi.com, www.comprawifi.com, www.muchowifi.com, etc.). A la hora de elegir una tenemos que fijarnos en su nivel de amplificación (de 8 dBi en adelante), y, sobre todo, en su tipo. Las que más nos interesarán son las omnidireccionales, que reparten la señal 360 grados, aunque también tenemos las direccionales (yagi, de panel, parabólica, etc.), que envían la señal en una dirección concreta. Para una vivienda, donde nos interesa que la señal llegue a todos los lugares posibles, salvo instalaciones específicas, huiremos de estas últimas y buscaremos siempre una omnidireccional.

viernes, 17 de mayo de 2019

Programas para analizar el uso de disco

Y no quedarte a cero


TreeSize


¿Te preguntas alguna vez qué archivos o carpetas son los que más espacio están ocupando en tu disco duro? Para conocer en detalle el estado de salud del disco duro, ya vimos que uno de los mejores programas disponibles es Crystal Disk, que nos dice desde las horas de encendido a la tasa de errores de lectura o las probabilidades inminentes de fallo. Pero si, simplemente, lo que necesitas saber es qué contenidos se están comiendo el valioso espacio del disco, con estos programas que vamos a ver hoy te puedes hacer una idea rápida y precisa.

WinDirStar


Este es quizás el programa más conocido y utilizado en Windows (también tiene versión para Mac y Linux) para ver las estadísticas de uso y limpiar del disco lo que no necesites. WinDirStar lee todo el directorio y te ofrece los resultados de forma gráfica para que puedas ver el tamaño de cada fichero o subdirectorio y el espacio que ocupan respecto al total. Cada color corresponde a un tipo de archivo (por ejemplo, imágenes JPG, zips…) y puedes ver desplegada la estructura del directorio con las carpetas y subcarpetas.


El programa te permite analizar el disco completo o determinadas unidades. Una vez que tengas el resultado del análisis, serás tú mismo quien tendrá que decidir si borrar o no (o pasar a otra unidad) los archivos/carpetas que estén ocupando demasiado espacio y no necesites, ya que WinDirStar no lo hace automáticamente.

SpaceSniffer


Otro de los analizadores de disco más veteranos es SpaceSniffer. El funcionamiento es muy parecido al de WinDirStar: te muestra el espacio ocupado en cuadrados de diferentes colores y tamaños. Puedes seleccionar además un directorio específico para que te muestre qué contenido contiene. Una de sus principales ventajas es la capacidad de análisis en tiempo real.


Puedes filtrar los resultados por nombres de ficheros, tipos (por ejemplo, JPGs) o tamaños, así como personalizar los colores de las clases de archivos. Si necesitas más detalles sobre alguna carpeta en particular, puedes hacer clic sobre ella y se muestra el contenido. Para saber qué archivos antiguos guardas -y que, probablemente, hace mucho que no utilizas- tienes que filtrar los resultados con ese requisito (por ejemplo >3years).

TreeSize


Finalmente, otra opción gratuita para analizar el uso del disco duro es TreeSize (también tiene versión profesional por 46,95 €). Dispone de varios idiomas (incluido el español) y puede analizar tanto una carpeta en especial como todo el disco. Muestra los resultados en forma de árbol con subcarpetas, como el Explorador de Windows, y las carpetas se diferencias claramente por los colores y tamaños.


Como las otras, permite filtrar los resultados por tipos de archivos y, algo bastante útil, también sirve para escanear smartphones, donde es muy fácil quedarnos sin espacio libre por almacenar fotos y vídeos.

Nuevas torres gaming MEDION ERAZER

Con Intel Core de 9ª generación



MEDION ERAZER


El mundo del gaming se concentra estos días en la Madrid Games Week (del 18 al 21 de octubre en IFEMA) con grandes novedades, muchas de ellas ligadas a los procesadores Intel Core de 9ª generación y a las últimas tarjetas gráficas NVDIA®. Si hace poco hablamos de los equipos Acer Predator Orion, hoy nos llegan noticias sobre los nuevos PCs gaming MEDION ERAZER.


Se trata de los primeros sobremesa de la compañía que incorporan la novena generación Intel ® Core™ hasta i9 9900K, así como las nuevas tarjetas gráficas NVIDIA® RTX hasta el modelo tope de gama 2080Ti con 11 GB. Aparte de su potencia, lo que más llama la atención de estos nuevos equipos es su diseño, con carcasas de cristal que se iluminan y diferentes opciones gráficas.


Los nuevos dispositivos se pueden reservar ya y estarán disponibles a partir del 9 de noviembre a través de Amazon, Carrefour, GAME, El Corte Inglés, PCComponentes y Worten.

Así son estos nuevos sobremesa:

MEDION ERAZER X99 X87009




MEDION ERAZER X99 X87009

Cuenta con procesador Intel® Core™ i9-7940X xxGHZ con 14 núcleos y 28 hilos, con 64 GB de memoria RAM y la última generación de gráficas de NVIDIA® RTX 2080TI DUKE con 11 GB. La compañía señala su rendimiento para VR y los últimos videojuegos, a través de píxeles completos y la máxima velocidad de fotogramas incluso en monitores 4K.

También destaca la refrigeración por agua integrada, que disipa el calor de manera eficiente y silenciosa, y el panel RGB, que crea una atmósfera de juego. Para iniciar Windows 10, los juegos y otros programas en cuestión de segundos, incorpora un disco duro de 4 TB y un SSD de 1 TB de la serie Intel® 760p PCIe. La placa base MSI™ X299 Gaming Pro Carbon AC completa el conjunto. Desde 6.199 €.

MEDION ERAZER X63 X87014




MEDION ERAZER X63 X87014

MEDION lo presenta como uno de sus equipos más demandados de la pasada Gamescom. Su exterior cuenta con una atractiva carcasa que se ilumina y que se imprime con las alas del MEDION ERAZER en el costado. Dispone además de procesador Intel® Core™ i9-9900K de 3.60GHz, 8 núcleos y 16 hilos, la última serie de gráficas NVIDIA® RTX 2080TI DUKE con 11 GB y la placa base MSI Z370 Gaming Pro Carbon AC. Cuenta también con 16 GB de memoria RAM Patriot® Viper RGB DDR4 3.200MHz, con 4TB de disco duro y con un SSD PCIe de 512GB. Incluye además la refrigeración por agua. Desde 3.599 €.

MEDION ERAZER X61 X87012




MEDION ERAZER X61 X87012

Destaca por el diseño de su caja, compacta con el lateral de vidrio que permite visualizar todo su interior. Incorpora el procesador Intel® Core™ i9-9900K de 3,60GHz de 8 núcleos y 16 hilos, una placa base MSI Z370 Gaming Pro y una tarjeta gráfica NVIDIA® GeForce® RTX 2080 de 8 GB. Las aplicaciones y los juegos se procesan a gran velocidad gracias a los 512 GB del SSD PCIe y a los 16 GB de memoria RAM, mientras que los juegos y grabaciones de streaming pueden almacenarse en su disco duro de 2 TB. También incluye refrigeración por agua. Desde 3.099 € .

MEDION ERAZER X60 X87014




MEDION ERAZER X60 X87014

Este PC gaming de gama alta cuenta con 3 ventiladores frontales que varían de color gracias a su diseño RGB. Al estar en el frontal del equipo, absorben el aire externo, refrigeran el interior e inmediatamente lo liberan por su parte trasera. Integra procesador Intel® Core™ i7-9700k de 3.60GHz y 8 núcleos, con la tarjeta NVIDIA® GeForce® RTX 2070 de 8 GB GDDR5 que ofrece gráficos de última generación y con refrigeración por agua. Con sus 512 GB de SSD y sus 16 GB de memoria RAM, las aplicaciones y los juegos estarán a punto en pocos segundos, mientras que el disco duro de 2 TB proporciona gran capacidad de almacenamiento. Desde 2.599 €.

Los Predator Orion incorporan la novena generación Intel Core

Gaming sin interrupciones




Predator Orion

La recién estrenada 9ª generación de procesadores Intel® CoreTM está ya presente en los nuevos lanzamientos de equipos gaming que van llegando estos días. Uno de los primeros fabricantes en anunciar novedades al respecto ha sido Acer, quien ha integrado los nuevos procesadores Intel® Core™ de 9ª generación en sus ordenadores gaming de sobremesa Predator Orion 9000 y 5000. Según destaca Acer, el objetivo principal es dar “un salto de rendimiento” y ofrecer a los gamers una experiencia fluida e ininterrumpida, incluso durante los streamings y grabaciones.

Como contábamos el otro día tras la presentación de Intel, esta potente nueva generación de procesadores incorpora hasta 8 núcleos y 16 subprocesos o hilos de ejecución. Con estas armas, la serie Predator Orion de Acer ofrece a los jugadores experiencias gaming completamente exigentes y a prueba de fallos, tanto para jugadores amateurs como para los profesionales.

Los equipos Acer Predator Orion intentan así aprovechar al máximo el rendimiento que ofrecen los últimos procesadores Intel Core para garantizan una experiencia de juego superior. En el caso de Predator Orion 9000, incorpora las nuevas GPU NVIDIA® GeForce® RTX 2080 Ti y es compatible con gráficos UHD de más de 8K.

Los nuevos equipos lucen además con personalidad propia. En el exterior, Predator Orion 9000 destaca por un chasis negro y plateado que le da un aspecto de “nave espacial”, con barras de iluminación ARGB (RGB direccionables) personalizables y ventiladores LED RGB. Desde la ventana lateral se puede ver el espectacular diseño interior, mientras que la tecnología IceTunnel 2.0 de Acer expulsa el calor a través de una solución avanzada de gestión del flujo de aire que separa el sistema en varias zonas térmicas, cada una con un túnel de flujo de aire individual.

Por su parte, Predator Orion 5000 incorpora procesadores Intel® Core™ i9-9900K de 9ª generación y las nuevas GPU NVIDIA® GeForce® RTX 2080 Ti. Al igual que Predator Orion 9000, el chasis de Orion 5000 cuenta con la distintiva ventana lateral transparente para visualizar su interior e incluye Ice Tunnel 2.0, tecnología de gestión del flujo de aire para garantizar que el equipo se mantenga a baja temperatura durante el fragor de la partida.

Principales amenazas de malware

Troyanos y criptojackers

Malware





El último Índice Global de Amenazas de Check Point, correspondiente al mes de noviembre, sitúa a Emotet -la botnet de distribución de troyanos bancarios más peligrosa- como uno de los ataques de malware que más crece (un 25 % en comparación con octubre de 2018). El impacto ha sido especialmente importante tras la campaña especial que lanzaron por el día de Acción de Gracias, que consistía en el envío de correos spam disfrazados de tarjetas de felicitación que contenían archivos maliciosos.

En noviembre ha cumplido además su primer año de vida el criptojacker Coinhive, que lidera el Índice Global Amenazas. Diseñado para minar la criptomoneda Monero, Coinhive se activa cuando un usuario visita una página web y el JavaScript implantado empieza a utilizar los recursos del ordenador de la víctima para generar monedas. Según Check Point, ha afectado al 25 % de las empresas españolas.

En segunda posición está RoughTed, un tipo de malvertising (publicidad maliciosa) a gran escala utilizado para lanzar varias webs maliciosas y poner en marcha estafas, adware, exploit kits y ransomware. Este ataque, al que se han enfrentado el 18 % de las empresas españolas, también se lanza sobre cualquier tipo de plataforma y sistema operativo, y aprovecha los bloqueadores de anuncios y los sensores de huella digital para enviar el ataque más adecuado.
La tercera gran amenaza de malware en noviembre (ha atacado al 13 % de las organizaciones españolas) ha sido XMRig, otro cryptojacker utilizado para minar ilegalmente la criptomoneda Monero.

En cuanto al Top 3 del malware móvil mundial, los investigadores de Check Point señalan tres amenazas a tener en cuenta:
  • Triada, un backdoor modular para Android que otorga privilegios de superusuario al malware descargado, ayudándolo a integrarse en los procesos del sistema. También se ha detectado que falsifica URLs cargadas en el navegador.
  • Hiddad, también para Android, cuya función principal es mostrar anuncios, aunque también puede obtener acceso a los detalles de seguridad clave incorporados en el sistema operativo, lo que permite obtener datos confidenciales del usuario.
  • Lokibot, un troyano y ladrón de información de Android que se puede convertir en un ransomware que bloquea el teléfono en caso de que se eliminen los derechos del administrador.

sábado, 26 de mayo de 2018

Cómo comprobar el estado de un ordenador de segunda mano







Antes de comprar un coche de segunda mano, revisas cuidadosamente el estado del vehículo para detectar problemas ocultos y no tener que pagar un riñón en el taller más adelante. Son importantes los kilómetros recorridos, pero también el motor de arranque, el estado de la suspensión, los frenos e incluso el color del humo de escape. Del mismo modo, cuando vayas a comprar un ordenador de segunda mano, es aconsejable que le hagas algunas pruebas básicas para comprobar si sus horas reales de funcionamiento concuerdan con lo que te dice el propietario y todos los elementos del equipo están en buen estado.
Para ello, puedes utilizar el programa Crystal Disk. También te sirve para analizar el estado de tu propio disco duro, pero si lo quieres para probar un equipo ajeno antes de comprarlo, lo mejor es que guardes en un pen la versión Crystal Disk Portable y te lo lleves el día que quedes con el propietario.
Una vez descargado (tendrás que extraer todos los archivos comprimidos para que se ejecute correctamente), con un doble clic en el icono de la aplicación obtendrás su rapidísimo y útil análisis. Crystal Disk accede a los datos del S.M.A.R.T del disco duro y te ofrece los principales indicadores del equipo: temperatura, firmware, número de serie, horas de encendido, tasa de errores de lectura, revoluciones, tiempo de arranque, etc.
Los usuarios con más conocimientos informáticos pueden sacar más provecho de la herramienta, con funciones avanzadas como la administración de discos y dispositivos conectados, la configuración de umbrales de alarma cuando se superen determinados valores o el control del consumo energético.
Para quienes no tengan estos conocimientos, el programa lo pone muy fácil con un código de colores (también lo aplica a la temperatura) que nos advierte del estado de salud del disco:
  • Azul: el disco está en buen estado y con pocas probabilidades de fallo.
  • Amarillo: existe algún problema, sector dañado o probabilidad de fallo.
  • Rojo: el fallo es inminente, por lo que deberías hacer copia de todos tus datos y cambiar el disco.


Una vez pasado este test, para quedarte del todo tranquilo puedes utilizar también el programa HWMonitor, que te permite conocer los voltajes, temperaturas de los diferentes componentes del ordenador y la velocidad de los ventiladores. Este programa -muy sencillo también de utilizar- es capaz de leer casi cualquier sensor térmico de la CPU y la temperatura de los discos a través de S.M.A.R.T. Si supera todas estas pruebas, puedes comprar ese ordenador de segunda mano con menos probabilidades de equivocarte y llevarte un mal equipo.