Claves para comprar un Smart TV
Sumario
El campo de batalla El valor de las aplicaciones Una mirada al futuro Ocho consejos para comprar LG 47LM670s Panasonic TX-L42DT50E Philips 40PFL8007 Samsung 46” UE46ES6570 Sony KDL-46EX650 Toshiba 42WL968G
¿Es hora de dar el salto a la televisión inteligente? En este informe, analizamos el escenario actual y futuro para ver si merece la pena comprar o esperar.
A muchos les resultará familiar el término Smart TV; no en vano está casi en cualquier campaña publicitaria sobre televisores. Desde 2011, las marcas que dominan la electrónica de consumo se han preocupado de poner nombre comercial al fenómeno de la llegada de Internet al televisor.
Aunque a primera vista pueda parecer menos espectacular que el paso a la alta definición o la irrupción del 3D, estamos en el inicio de uno de los saltos tecnológicos más importantes de la televisión en los últimos cuarenta años. Como veremos, la «caja tonta» tiene los días contados y sus posibilidades se verán incrementadas exponencialmente en poco tiempo.
Para empezar, podemos explicar el concepto Smart TV como una tendencia tecnológica que define a una nueva generación de dispositivos (televisores, pero también lectores de Blu-ray Disc o reproductores multimedia) caracterizados por su integración con Internet, avanzadas opciones de conectividad y por la incorporación de sistemas operativos complejos capaces de ejecutar aplicaciones que amplían y mejoran las posibilidades del usuario.
Los televisores Smart TV integran una interfaz inspirada en los sistemas operativos diseñados para gobernar smartphones y tabletas
El campo de batalla
Aunque existen patentes sobre el concepto de televisores conectados desde 1994, el término Smart TV fue utilizado por primera vez por Samsung a mediados de 2011, siendo adoptado en seguida por LG, Philips, Loewe, Sharp o Panasonic; a excepción de Sony, que usa Internet TV.
Actualmente, no existe un consenso claro entre los fabricantes y, bajo una base tecnológica similar, cada uno desarrolla su propio sistema operativo y aplicaciones, y negocia con los proveedores de contenidos buscando la mejor experiencia posible al usuario. En este punto, merece la pena destacar la Smart TV Alliance, fruto de un acuerdo de colaboración entre LG, Toshiba y TP Vision (fabricante de los televisores Philips) y que apunta como el primer paso a la creación de un estándar común.
Con un Smart TV podemos, por ejemplo, acceder a vídeos de YouTube, ver las últimas actualizaciones de nuestra red social, consultar la previsión meteorológica o hablar con familiares y amigos mediante aplicaciones de VoIP, como Skype. Aunque el catálogo de apps es muy inferior al de las plataformas móviles, los fabricantes están realizando un gran esfuerzo por ir aumentado ese número y también crece el interés de los desarrolladores por la plataforma. Los fabricantes son conscientes de que, para sacar partido a este nuevo modelo, es necesario cambiar el clásico mando a distancia por sistemas de control más intuitivos y cómodos. Marcas como Samsung apuestan con el control por voz y táctil, LG ofrece un mando a distancia revolucionario y Panasonic opta por un modelo basado en la integración con otros dispositivos, como smartphones o tablets.
Igualmente, la conectividad entre dispositivos se ha convertido en un aspecto fundamental a la hora de valorar productos de electrónica de consumo. Los Smart TV se perfilan como grandes protagonistas de nuestro hogar digital y no solo ofrecen un amplio abanico de posibilidades, sino que, gracias al uso de estándares de comunicación inalámbrica, hacen más fácil que nunca llevar nuestros contenidos multimedia al televisor.
Todos los televisores Smart TV incorporan conectividad a Internet vía Ethernet o WiFi (en algunos modelos es necesario comprar un adaptador adicional). Además, gracias a la tecnología DLNA, se ha simplificado hasta el extremo el acceso a contenido compartido y la conexión con otros aparatos, desde los que enviar o recibir material sin necesidad de cables ni tediosos procesos de configuración.
Llegados a este punto, conviene recordar la importancia de contar con una conexión de banda ancha para disfrutar de los servicios que ofrece un Smart TV; nosotros recomendamos un mínimo de 6 Mbits, pero es justo reconocer que la experiencia mejora considerablemente cuanto más rápido sea vuestro acceso a Internet, especialmente si se trata de contenido en alta definición.
El concepto de Smart Tv se alza como una tendencia tecnológica que define a una nueva generación de dispositivos: TV, Lectores de Blu-ray, reproductores
Todo sobre la interfaz
Ventana de contenido directo Desde aquí, podemos ver la televisión (o cualquier dispositivo conectado por HDMI) mientras navegamos por las funciones smart.
Buscador Todo el contenido de una Smart TV está indexado y es accesible de forma rápida y directa gracias al buscador.
Navegador Web Integrado como una app, ofrece acceso directo a cualquier página web, sin limitaciones de ningún tipo.
Teclas de acceso directo Gracias a botones dedicados del mando a distancia podemos acceder rápidamente a algunas funciones sin necesidad de navegar con el pad.
Aplicaciones propietarias Muchos fabricantes entregan de serie apps exclusivas, especialmente diseñadas para sacar el máximo partido al televisor desde el primer momento.
Videoconferencia Algunos modelos incluyen cámara integrada, ofreciendo la posibilidad de conectar con amigos y familiares a través de Skype.
Contenidos para los más pequeños La mayoría de las Smart TV incluyen apps y contenido interactivo especialmente diseñado para niños.
El valor de las aplicaciones
Tenemos un hardware espectacular al alcance de la mano, pero la evolución del software no ha sido capaz de seguir el ritmo y, salvo excepciones, la mayoría de apps disponibles no hacen más que adaptar lo visto en otras plataformas.
Hay una ingente cantidad de material en Internet, pero es necesario desarrollar aplicaciones diseñadas para ser utilizadas en un televisor de gran diagonal, sentados cómodamente en el sofá, y que respondan con un funcionamiento fluido e intuitivo. El usuario debería cambiar el tablet o el portátil por su Smart TV de forma natural al consumir contenidos.
Tras una primera generación donde el software se reducía a accesos directos a primitivos navegadores web, reproductores multimedia y desarrollos propietarios, las cosas comienzan a cambiar. La cantidad y calidad de apps específicas para Smart TV aumenta por el apoyo de los propios fabricantes y de terceras partes.
Eso sí, la fragmentación que caracteriza al escenario Smart TV en la actualidad complica la situación. Los creadores de contenido tienen que negociar individualmente con cada marca y adaptar sus desarrollos a un sinfín de configuraciones diferentes. El resultado es una oferta que varía dramáticamente entre plataformas, una falta de optimización en las aplicaciones y, por encima de todo, carencias importantes en el catálogo de apps.
¿Adiós a la caja tonta?
A lo largo de este año, Smart TV se ha asentado como una plataforma de futuro; los fabricantes son conscientes de la necesidad de apostar por estándares, los proveedores están cada vez más interesados en llevar contenido a la plataforma y, para los estudios de desarrollo, supone un inmenso abanico de posibilidades de negocio.
La relación entre calidad, precio y prestaciones nunca ha sido mejor en el sector de la electrónica de consumo y, actualmente, se puede comprar un gran Smart TV por un precio que ronde los mil euros. De hecho, se está convirtiendo en un estándar y cada vez será más complicado encontrar en los lineales un televisor sin acceso a este tipo de servicios de serie. Probablemente, el concepto acabe por integrarse de tal forma que, en unos años, compraremos el televisor valorando el ecosistema de aplicaciones.
En nuestra opinión y teniendo en cuenta el estadio actual de Smart TV, pensamos que no debería ser un factor de compra decisivo a la hora de adquirir un nuevo televisor, pero sí consideramos que el televisor ha alcanzado el cénit tecnológico y faltan años hasta que volvamos a ver un salto de esta magnitud; así, es un gran momento para invertir en un nuevo aparato.
En esta tesitura, merece la pena destacar que comprar un televisor nuevo no es la única forma de disfrutar de Smart TV. En el mercado, existen multitud de soluciones (como un reproductor Blu-ray con funciones Smart TV o los set-top box) pensadas para dar una nueva vida a nuestra pantalla a cambio de una inversión razonable y sin instalaciones engorrosas.
Glosario de términos
App: Aplicaciones que utilizan los sistemas operativos diseñados para smartphones, tablets y otros dispositivos, como los Smart TV.
EPG: Guía Electrónica de Programación que permite consultar la oferta de los canales de TV, incluyendo información sobre el contenido. Permite realizar búsquedas temáticas.
HDMI: Norma de audio y vídeo digital cifrado sin compresión apoyada por la industria para conectar dispositivos de alta definición.
Third-party: Empresas que desarrollan software para cualquier plataforma, sin compromiso de exclusividad.
WiFi-ready: Indica que el televisor requiere la compra de un adaptador opcional para ofrecer conectividad WiFi.
DLNA: Protocolos y tecnologías para permitir compartir contenido multimedia entre dispositivos de manera sencilla y directa.
Una mirada al futuro
En los últimos meses, la Smart TV ha despegado gracias a la llegada de cientos de aplicaciones (muchas multiplataforma), a los acuerdos con los diferentes proveedores de contenidos y al esfuerzo por la integración con otros dispositivos. Las primeras generaciones no están ofreciendo el rendimiento esperado, pero, de nuevo, es el software el que debe marcar diferencias y es evidente que existe un amplio margen de mejora.
Consideremos que, comparado con smartphones o tablets, los televisores tienen una vida útil mucho más prolongada. Casi nadie cambia cada dos años, así que los fabricantes deben apoyar a usuarios y desarrolladores con una política de actualizaciones que les permita sacar el máximo partido al hardware disponible. Proporcionar la mejor experiencia de usuario posible es la única forma de que Smart TV triunfe como plataforma de distribución de contenidos.
En nuestra opinión, el mercado tenderá a concentrarse en los próximos años. Una gran alianza de fabricantes sobre un desarrollo basado en Android o la rumoreada irrupción de Apple con un TV basado en iOS podrían acelerar el cambio hacia un ecosistema muy similar al del mundo PC o las plataformas móviles. Además de reducir costes y mejorar la interoperabilidad entre dispositivos, supondría un escenario ideal para que los desarrolladores conviertan el televisor en su mejor escaparate.
Ocho consejos para comprar
1. La conectividad es clave en un Smart TV; verifica que tu televisor dispone de Ethernet, WiFi y, al menos, tres puertos HDMI.
2. Para obtener un rendimiento óptimo en Smart TV, es necesario que el hardware acompañe. Un vistazo a las especificaciones técnicas y consultar análisis especializados nos pueden ayudar a elegir mejor.
3. Compra un modelo de nuevo; el salto de la plataforma en los últimos meses ha sido notable respecto a lo que ya conocíamos y están más preparados para el futuro.
4. Elige un Smart TV que, además de utilizar apps, te permita navegar por Internet libremente. Determinados modelos, restringen el acceso a ciertos contenidos.
5. Si sueles utilizar programas de videoconferencia, deberías mirar un televisor con cámara integrada. La experiencia de hablar con familiares y amigos desde el sofá es fantástica.
6. El control por voz y gestos es espectacular pero, de momento, poco práctico. No debería ser un factor determinante.
7. No todas las marcas ofrecen lo mismo. Analiza con cuidado cada plataforma, la política de actualizaciones del fabricante y el número y calidad de las apps disponibles.
8. Pruébalo. El consejo más importante de la lista puede parecer obvio, pero no nos cansamos de repetir lo importante que es probar el televisor antes de comprarlo. Si es posible, llévate un pendrive con tus contenidos y analiza las posibilidades que te ofrece la Smart TV experimentando con las aplicaciones o
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